Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco confesó este viernes estar ?dolorosamente golpeado? y seguir ?con profunda preocupación? la escalada de violencia en Medio Oriente, que involucra a civiles inocentes y alimenta una crisis humanitaria de ?enormes proporciones?.Al abrir los trabajos de este día del Sínodo de los Obispos, una cumbre episcopal que reúne aquí a más de 270 clérigos de diversas partes del mundo, el Papa elevó una oración por el recrudecimiento de los conflictos en Siria, Irak, Jerusalén y Cisjordania.Advirtió que la guerra provoca destrucción y multiplica los sufrimientos de las poblaciones, mientras la esperanza y progreso provienen sólo de decisiones de paz. ?Unámonos, por lo tanto, en una intensa y confiada oración al señor, una oración que pretende ser el mismo tiempo expresión de cercanía a los hermanos patriarcas y obispos aquí presentes, que provienen de esas regiones, a sus sacerdotes y fieles, como también a todos aquellos que la habitan?, dijo.Junto con todos los miembros del Sínodo, que sesionará hasta el próximo 25 de octubre y debatirá sobre los desafíos de la familia en el mundo actual, lanzó un ?afligido llamado? a la comunidad internacional para que intervenga.Pidió que se encuentre el modo de ayudar eficazmente a las partes interesadas, a ampliar los propios horizontes ?más allá de los intereses inmediatos? y a usar los instrumentos del derecho internacional, de la diplomacia, para resolver los conflictos en curso.?Deseo finalmente que extendamos nuestra oración también a aquellas zonas del continente africano que están viviendo similares situaciones de conflicto. Por todos interceda María, Reina de la paz y amorosa madre de sus hijos?, concluyó.