Monterrey.- Querer estar presente en primera fila en la misa conmemorativa por la canonización de Juan Pablo II tiene su precio: dormir en el lecho del río Santa Catarina. Don Salvador quizo ser el primero junto con su familia en ingresar a través de los filtros de seguridad y tener un sitio frente al escenario donde el arzobispo Rogelio Cabrera López oficiará la celebración regiomontana por este acontecimiento. Pero el sacrificio que hizo junto con su esposa e hijos no fue sencillo, pues arribó a este sitio desde la noche del sábado. Para poder soportar no unas horas sino incluso las inclemencias de la noche, tuvieron que llevar provisiones. Pero es que con tal de recordar y estar presentes en esta celebración, todo sacrificio se hace. Israel Santacruz