Monterrey.- En los últimos tres meses los feminicidios han aumentado en el estado de Nuevo León. La constante es crimen pasional e incineración del cuerpo de la víctima. De julio a septiembre de 2014 se han registrado cinco casos en donde el agresor no se conforma con matar a su pareja, sino que para ocultar su acto reduce a cenizas el cuerpo de la víctima. Marina Duque Mora, coordinadora de la Maestría en Ciencias en Violencia Familiar, en la Facultad de Psicología de la UANL, mencionó que la violencia por celos es la más peligrosa porque "el agresor pierde totalmente el límite de la realidad, se desequilibra y comete el crimen". "Esas conductas las ubicamos en el crimen organizado de una manera muy frecuente (?) lo que nosotros observamos que los agresores ya están teniendo conductas muy delictivas y patológicas, después de hacer el homicidio, llegar a la incineración es una conducta patológica", explicó Marina Duque. El agresor presenta psicopatología y celotipia, pierde el control de sus impulsos, no logra establecer que puede causar un daño a su pareja y en el peor de los casos llega hasta el homicida. La celotipia "Lo que sucede?en estos casos- es que la mujer es tratada como un objeto que les pertenece (a los agresores). No es tratada como un humano. Ellos creen y dicen: este objeto es mío, solo mío, y no puede pertenecer absolutamente a nadie". "Se van creando una serie de ideas delirantes donde el agresor, el celotípico, empieza a sospechar de todo y de todos. Cualquier cosa que la mujer haga es un dato de que la mujer lo está engañando o traicionando. La vida para la mujer se vuelve muy difícil", mencionó Duque Mora para Telediario Digital. La especialista dijo que cuando comienzan las primeras conductas de celos las mujeres no calculan la magnitud del hecho. "Ella no alcanza a ver la dimensión exacta porque ellas lo ven 'con amor'. Lo comienzan a justificar para poder explicar la conducta del agresor, pero éstas justificaciones van perdiendo la fuerza, y luego comienzan a entrar en temor. Cuando ellas intentan salir, es cuando puede ocurrir el homicidio, porque es una manera de rebelarse". El perfil del agresor Falta de control de impulso Necesitan control total de todo lo que les rodea Siempre están a la expectativa de lo que los demás opinen de ellos Personas suspicaces, desconfiadas Toleran muy poco la frustración, que algo les sale mal De inmediato irrumpen en enojo Dificultades en interacciones sociales Dificultades en sus empleos Enteran en situación de ira Creen que los demás les quieres hacer daño Crean cuestiones de ideas delirantes, ubicada en torno a la mujer Necesitan tener todo el tiempo bajo su mira a su pareja: dónde están, con quién hablaron, necesitan tener constantemente contacto con ellas.