Monterrey.- Por no contar con un permiso para operar, el municipio de Monterrey decomisó la mercancía y mobiliario de al menos 40 vendedores ambulantes que se encontraban en las afueras de la clínica 33 y el Hospital de Ginecología.Apenas en febrero, los comerciantes fueron retirados por la Dirección de Comercio, sin embargo, volvieron a colocar sus puestos. Algunos de los comerciantes afectados manifestaron sentirse indignados, pues dijeron que la venta de sus productos es la única entrada de dinero para mantenerse no se hizo esperar."Que nos dejen trabajar porque de esto vivimos, han de querer que andemos robando porque no estamos haciendo nada malo más que trabajar", comentó una de las vendedoras.Otra de las afectadas opinó que esta situación no solo perjudicó a los vendedores, sino también las familias de los pacientes."Vino varia gente a comprar comida pero pues ya no había nada y luego hay muchas personas que tienen aquí a sus enfermos, todo está bien caro y a veces lejos, también ellos perdieron", dijo.Los inspectores se llevaron refrescos y diversos alimentos que los comerciantes tenían años de ofrecer en plena vía pública de las avenidas Félix U. Gómez y Constitución.Tras el operativo, al menos un camión de carga se fue repleto de mercancía y por tanto, los vendedores no podrán volver a colocarse y de ser así, serán acreedores a multas y sanciones