Monterrey.- Pese a la rigurosa disciplina y exigentes pruebas del Ejército, hay quienes están dispuestos a realizar sacrificios por servir a la patria. Ana, de 26 años y originaria de San Luis Potosí es un ejemplo, la cual dejó a su hija para servir a su país. Entre los nuevos elementos que se preparan en el Centro de Adiestramiento ubicado en la Séptima Zona Militar, está Oraldo Cantú recién egresado de la facultad de Criminología quien decidió portar el uniforme. Conoce las historias de estos militares aquí. Sandra González