Monterrey.- En estos momentos Karla Judith experimenta sentimientos encontrados. Por un lado, está feliz porque vivirá una nueva experiencia en Corea del Sur, a donde será enviada dentro del intercambio escolar de la Universidad Autónoma de Nuevo León; y, por otro, tendrá que alejarse durante seis meses de su familia: Sus padres y su hermana, además de sus amigas, eso sin contar que enfrentará otro estilo de vida, costumbres y alimentación. "Me siento un poco nerviosa porque voy a ir a un país extranjero, en el que la cultura es muy diferente, pero espero adaptarme y seguir con mis estudios allá", comentó la joven de 20 años, vecina de la colonia Prados de Santo Domingo, en el municipio de San Nicolás. Ella cursará el noveno semestre de la carrera de Negocios Internacionales de la Facultad de Contaduría Pública y Administración. Al principio, tras conocer que había sido seleccionada para el Programa de Movilidad Nacional e Internacional de la UANL, había un sentimiento de preocupación en sus padres, Enrique Pérez y María Elena García. "Pues, al principio estaban como que un poco nerviosos porque es un país que está al otro lado del mundo, pero ya ahorita como que están un poco adaptándose, y ya como que me empiezan a soltar", indicó. En las últimas semanas, Karla se ha preparado y mentalizado para su estancia de seis meses en el país oriental. "Va a ser algo diferente la alimentación de aquí y de allá, pero he investigado un poco, yendo a diferentes restaurantes, ahora sí que para adaptarme a las comidas", puntualizó. Su padre está consciente del sacrificio que representa el viaje que llevará a cabo, pero es mayor la satisfacción y el orgullo al vivir esta experiencia. "Que se nos desprende de la familia, algo de lo cual no estamos acostumbrados y, principalmente eso. Y, bueno, también algo de lo económico, verdad", comentó el señor Enrique Pérez. Su madre experimenta una rara sensación, en medio del gusto por ver que su hija cumple sus sueños y propósitos de vida. FOTO: Agustín Martínez AGUSTÍN MARTÍNEZ