Monterrey.- Es algo más que un juego de pelota. La bola de fuego, azotada por los bastones de madera para buscar una anotación, es un salvoconducto cósmico, para evitar que Marte, renacido, desencadene catástrofes contra la tierra. Así lo veían los purépechas, y así lo han rescatado un grupo de jóvenes que desde Nuevo León parte al resto del mundo para exhibir el juego de pelota, que tiene su máximo exponente en la pelota de fuego. Andrés García López., presidente de la Asociación de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales de Nuevo León, explica que fueron los purépechas michoacanos quienes revivieron esta tradición, que tiene por lo menos unos 3 mil 500 años de practicarse, desde los tiempos de la culturas prehispánicas. Por las noches, se juega con pelota encendida, porque de esa manera, rendían culto a sus dioses. El Equipo de Pelota Purépecha ofreció una exhibición en la Explanada del Museo de Historia Mexicana, donde jugaron con la pelota encendida, e invitaron al público a participar, aunque con la bola apagada. Esta vez, fue solo disfrutar de una tradición que data de tiempos de los aztecas, aunque con otro significado. El próximo 22 de abril, repetirán la exhibición, para que quienes se interesen en este tipo de juegos, puedan no sólo disfrutarlo, sino incluso, participar en él. Francisco Zúñiga