Monterrey.- Los restos de la joven regiomontana que murió el pasado lunes al caerle un rayo en Nuevo Vallarta, Nayarit, fueron despedidos con una misa a la que asistieron familiares y amigos. Paloma Quintanilla Vega, de 16 años de edad, estaba por ingresar a la preparatoria, ahora sólo quedará su recuerdo entre sus seres queridos. El viaje lo hizo con su amiga María para festejar el fin de cursos del colegio Latín American School. La misa fue celebrada anoche en la Iglesia de la Natividad del señor, del segundo sector Cumbres. Más de 200 personas acompañaron a la familia de Paloma para rendir el último adiós. Al preguntar por la salud de María, se informó que continuaba hospitalizada y reportada como grave ante las lesiones que sufrió en el insólito hecho. FOTO: Especial MARCELA PERALES