Monterrey.- Aunque después de la tormenta del penal del Topo Chico se vive una aparente calma, el Arzobispo de la arquiócesis de Monterrey, Rogelio Cabrera López insistió en que las autoridades deben tomar el control de los penales los cuales dijo, nunca dejan de ser focos de alerta. Señaló que el uso del agua y la comida son fundamentales y si el estado cuenta con los recursos para cubrir estos aspectos básicos los debe garantizar.Más de 200 reos han sido llevados a centro de readaptación social en diferentes estados del país, el tema también fue abordado por el arzobispo quien el miércoles de la semana pasado ingresó al penal de Topochico, tras los hechos ocurridos el 11 de febrero.Las visitas a los reclusos se habían suspendido, tras la masacre; pero se retomaron igual que las actividades de la pastoral penitenciaria; por lo que Cabrera López informó que por motivo de la semana santa, celebrará la ceremonia del domingo de ramos en el penal de Topochico, el lavatorio de pies el jueves Santo estará en el penal de Cadereyta y el domingo de resurección visitará a los presos del penal de Apodaca.