Monterrey.- La vida de "Juan" se fue al infierno en unos cuantos años, de ser un devoto esposo y buen padre, su vida dio un giro de 180 grados, tal y como la ruleta del casino donde jugaba. Asegura Juan que lo más triste que vivió fue haber perdido el tiempo, ya que no veía a su familia, no asistía a los eventos importantes, entre otras cosas. Y de pronto, sin darse cuenta, tocó fondo, al llegar al punto de robarle dinero a sus hijos o dejarlos sin comer al perderlo todo en el casino. Hoy, se encuentra en el grupo de auto ayuda "jugadores Anónimos", y tiene una nueva oportunidad de recuperar su vida. Israel Santacruz