Monterrey.- Meses de construcción, años de planeación y décadas de anhelos, culminaron la tarde de este domingo llevando alegría a miles de regiomontanos al ver finalmente concluido el Estadio de Futbol Monterrey.Sus puertas abrieron no sólo a una de las mejores aficiones de México, sino a una nueva era en el futbol local.El hincha es un individuo peculiar en Monterrey. Posee uno de los amores más puros y tiene una relación con sus colores y su piel como pocos. Pero aunque la casa sea distinta, en la mudanza se carga con viejos vicios, sobre todo algunos que aquejan a los nuevos vecinos. Los aficionados atiborraron las calles aledañas buscando estacionamiento, sin saber siquiera que en el interior del estadio había espacio para miles más.Muchos ven en el nuevo estadio sólo concreto y lámina, pero otros, como el hincha, ven un hogar donde al menos por 90 minutos, la felicidad lo puede todo.