Monterrey.- Una puerta abierta y la falta de vigilancia ayudaron a que César, un niño de 4 años con problemas de lenguaje, se saliera de la escuela privada donde estudia y cruzara por las calles de intenso tráfico en la colonia Contry, pero afortunadamente fue visto por una madre de familia, que lo ayudó a regresar. Todo esto pasó un jueves, y la mamá de César, Paola, se enteró del incidente hasta el lunes, porque lo vio en las redes sociales. El pequeño César cursa el jardín de niños en el Instituto Bidao, que a su vez integra el Instituto Mentes Brillantes, donde atienden a niños con alguna característica especial.La vigilancia se relajó tanto, que el niño pudo salir, aparentemente a buscar una pelota que se le perdió. Mónica, una madre de familia que salía de una escuela cercana, lo vio y lo siguió en su coche.Otras madres, también en vehículo, siguieron al niño hasta que entró al Instituto Bidao, que se ubica en la avenida Orión 207, en la colonia Contry, de Monterrey. Aún estaban las puertas abiertas. La mamá del niño señala que es mucho lo que se paga de colegiatura, para que ni siquiera tengan los protocolos adecuados de seguridad. Ante esto, decidió presentar una denuncia ante las autoridades correspondientes.El riesgo que corrió el niño fue grande, pudo ser atropellado, incluso secuestrado, dice su madre, quien considera que la autoridad debe intervenir para evitar un percance mayor en el futuro.