Monterrey.- Han pasado dos años desde que se dio a conocer el robo de placas en el Instituto de Control Vehicular y hasta ahora el responsable continúa prófugo. El 9 de julio de 2012 las autoridades estatales reconocieron que les robaron de 312 mil 933 juegos de láminas, lo que causó un daño al erario por $68 millones de pesos. Fue Santiago Adrián González López el presunto autor intelectual y material del robo, quien aprovechó su cargo como Coordinador de Operaciones del Instituto de Control Vehicular. La versión de la Procuraduría de Justicia es que Santiago Adrián y su hermano, Homero sustrajeron las placas para venderlas como chatarra en 900 mil pesos aproximadamente. Sin embargo solo se encontró evidencia de la destrucción de 230 mil placas, el paradero de los 82 mil 933 juegos restantes, todavía es un misterio. Desde el 20 de julio la Procuraduría General de Justicia del Estado ofreció una recompensa de 248 mil 337 pesos por Santiago Adrián González López, prófugo desde días antes de que se diera a conocer la noticia. El cartelón con su cara y sus datos permanece en la página oficial del Gobierno del Estado, al lado de otros delincuentes algunos ya han sido capturados, abatidos y otros como él, olvidados. Homero González López, hermano del autor material, está detenido desde entonces en el penal de Cadereyta como presunto cómplice aunque no se le ha dictado sentencia. Su hermano Cuauhtémoc González López es quien lleva su defensa. Él enfrenta el delito de peculado, el cual es considerado como grave por la cantidad a la que asciende el monto que le reclaman. Pedro Morales Somohano, entonces director del ICV fue removido de su cargo y desde entonces desapareció de la vida pública. FOTO: Especial SANDRA GONZÁLEZ