Monterrey.- Mientras Carlos Alejandro se debate entre la vida y la muerte, los policías que le dispararon una bala en la cabeza siguen trabajando. Es algo injusto, dice Alejandra Montero Marmolejo, madre del joven baleado la madruagada del domingo por policías de Guadalupe, porque simplemente ni siquiera parece que los vayan a investigar. A nadie parece interesarle esclarecer los hechos, ni saber si es un abuso policiaco o falta de capacitación de los elementos. Molina Montero recibió una herida de arma de fuego en la cabeza. La bala le entró por la sien derecha y salió en la cara. Actualmente, está en estado de coma en el Hospital Universitario. El alcalde Cesar Garza Villarreal les ofreció pagar los gastos de hospitalización, pero la madre del joven quiere justicia. Además, dice, el acompañante y primo del herido, Víctor Alejandro Montero, fue golpeado por los policías, quienes ahora lo han amenazado. Los jóvenes fueron acusados de haber asaltado algunas tiendas de conveniencia y de haberles arrebatado la pistola a los uniformados, por lo que no se explican cómo es que, si les quitó el arma, él fue quien recibió el balazo. Francisco Zúñiga