Monterrey.- A sus tres meses de edad, Luis Demetrio Hernández Gómez fue sometido a una craneosinostosis, una cirugía para corregir la deformidad de los huesos del cráneo.Libró el tratamiento oportuno de la meningitis, y no sólo eso, sino que además, conforme creció, demostró tener capacidades muy lejanas a su diagnóstico. Hoy, Luis tiene siete años, pero desde los seis aprendió las tablas de multiplicar hasta la del doce, y un año antes ya sabía leer y escribir.Fue diagnosticado con un coeficiente intelectual mayor a 130, considerándolo como un niño superdotado."Me aprendí también el abecedario, las letras, los números, ahorita los números me los se hasta el 9 mil", explica Luis. El Kínder fue una época aburrida para él, pues ya todo lo sabía, aunque le fue difícil socializar con quienes hablaban de caricaturas y gustaban de juguetes.Fue hasta su ingreso a la primaria cuando pisó su terreno, con materias como física, informática, robótica, energía sustentable y su favorita, química, que le imparten en el Centro de Alto Rendimiento Académico, en San Nicolás. De acuerdo a la Fundación Telegenio, el 2.28 por ciento de la población mundial es superdotada. En México, cerca de 762 mil personas poseen una gran inteligencia y en Nuevo León, la cifra ronda los 40 mil niños y jóvenes.Juan José Quintero Medina, coordinador del Programa de Talentos, explica que la inteligencia de una persona es medida en unidades de IQ y que el puntaje normal va de 80 a 120. "el IQ es una especie de medida de la inteligencia de las personas""La gama de la normalidad está atrapada entre 80 y 120 de acuerdo a lo que la Organización Mundial de la Salud establece, de ahí el niño que tenga un IQ mayor a 120, ya es potencial superdotado". Según el Centro de Atención al Talento (CEDAT) más del 50 por ciento de los niños superdotados al iniciar un grado académico ya dominan los temas a impartir.Sin embargo, este patrimonio académico, es desaprovechado en el País y en el Estado, pues menos del 1 por ciento de la población super dotada, es detectada, lo cual impide el desarrollo de su potencial y crea en ellos trastornos emocionales.