Monterrey.- Tadeo, de seis años, llegó con su devoción y la de sus padres a pedirle un milagro a San Judas Tadeo, el de seguir viviendo. Él ya probó que el Santo ayuda, pues desde su nacimiento han recibido milagros, y ahora quiere curarse de un cáncer que lo aqueja. En brazos de su padre, Tadeo llegó hasta la imagen de San Judas Tadeo, a darle gracias por las bendiciones recibidas, y a pedirle otro milagro más que acumular en su corta vida de seis años: su salud. El niño puede considerarse un testimonio viviente de la efectividad del santo como intercesor de milagros. Desde antes de nacer, ha sido auxiliado por él, pues el parto se adelantó y nació sietemesino. Hoy, el pequeño Tadeo enfrenta otra lucha, pues desde hace un año y 3 meses, recibe quimioterapia para eliminar las células cancerosas que invaden su cuerpo. El pequeño ha perdido su pelo, pero no su sonrisa ni la alegría. Y con ella como ofrenda llegó hasta el Templo de San Judas Tadeo, cargado por su papá, y acompañado de su madre, Mayra, y sus hermanos, Kleber e Isabela. Va bien, pero la lucha aún es difícil, y sus papás saben por experiencia que no siempre es suficiente la ciencia médica. Ya lo vieron cuando Tadeo nació, y por eso lleva ese nombre, porque le pidieron a San Judas Tadeo que intercediera por él, y el niño sobrevivió. Ahora le piden otra vez que los ayude. Fortalecida su fe, la familia Alemán regresa a su casa. Esperan volver con San Judas Tadeo, un día, para agradecerle el milagro de vida de Tadeo. FOTO: Milenio Digital FRANCISCO ZUÑIGA