Michoacán.- Una nueva fuerza policial integrada por ex autodefensas, que combate a un cartel del narco en el occidente de México azotado por la violencia, ya enfrenta algunos de los mismos problemas que afectaban a las policías locales disueltas a las cuales reemplaza. El gobierno federal reconoce que a la nueva fuerza de policía rural, en el estado de Michoacán, le han dado uniformes y armas de largo alcance, y que la verificación de sus antecedentes ha sido mínima y que prácticamente carecen de formación. El gobierno también dice que confió en las recomendaciones de los ex comandantes de los grupos de autodefensa sobre en quién delegar la autoridad, y que son las mismas personas que se levantaron para luchar contra el cartel de los Caballeros Templarios cuando ni las autoridades locales y ni las estatales lo hicieron. La policía local mexicana ha sido tradicionalmente mal pagada y mal entrenada, lo que los ha hecho vulnerables a la corrupción. En Michoacán, la policía incluso fue considerada la infantería del cartel y cuando los grupos de autodefensa aparecieron, presuntamente sacaron del estado a muchos policías corruptos. Analistas consultados temen que sin un proceso de verificación de antecedentes, los nuevos policías pronto se corromperán y se volverán en bandas criminales y que la violencia regresara a la región conocida como la Tierra Caliente. AP