Chihuahua.- El crimen organizado hizo su tejido social en toda la República Mexicana, fenómeno que atacó directamente a la población infantil y juvenil del país, sobre todo en el estado de Chihuahua. La generación más vulnerable son niños y adolescentes, quienes crecieron en la era del narco y quienes por alguna razón decidieron convertirse en criminales. Ellos son la herencia trágica de la crisis de inseguridad que se registró entre 2008 y 2011. Ahora cientos de jóvenes purgan condenas de prisión en Centros de Readaptación Social en la entidad con más tasa de delincuencia en el país. Aquí la historia completa: