Los Ángeles.- Un estudio de la Universidad de Kingston en Inglaterra asegura que los ácaros que viven en nuestros colchones, y que son los responsables de enfermedades como el asma y las alergias, se deshidratan y mueren al dejar ventilar las sábanas y mantas durante todo el día. La investigación sugiere que las camas revueltas no son del agrado de los ácaros del polvo que viven en nuestros colchones. La clave de todo el asunto se encuentra en la humedad. Estos pequeños y odiosos bichos sólo viven en un ambiente húmedo y tibio. Algo que propicia el sudor de nuestros cuerpos cuando dormimos. La ropa de cama doblada cuidadosamente, con las sábanas, las mantas y el cubrecamas estirados, crea condiciones de vida ideales para los ácaros, que pueden causar asma, eczemas o dermatitis, fiebre de heno crónica (reacción alérgica al polen) y otras alergias. FOTO: Especial TELEDIARIO DIGITAL