Los Ángeles.- Desde Copenhague, Dinamarca, Maria Rubinke comparte sus raras e impresionantes obras escultóricas. Se trata de piezas de cerámica, esculpidas por ella misma, de niñas con un toque muy sanguinario. Las figuras de los pequeñines están marcadas por diferentes detalles muy violentos y llenos de sangre, tal y como una niña arrancándose el cuero cabelludo para dejar expuesto su cerebro, una pequeña disparándole en la sien a otros bebés o arrancándose los ojos de la cara. Aunque son esculturas bastante perturbadoras y siniestras, el trabajo que Maria realiza es completamente distinto a lo que estamos acostumbrados a ver. FOTO: Especial TELEDIARIO DIGITAL