CIUDAD DE MÉXICO.- Stephen Hawking encarna uno de los misterios más grandes que ha atestiguado la ciencia: tras ser diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), los médicos le auguraron dos años de vida, pero el genio se sobrepuso a la enfermedad durante más de cincuenta. ELA es una enfermedad degenerativa que ocurre cuando las células del sistema nervioso (llamadas motoneuronas) dejan de funcionar de forma adecuada y, eventualmente, mueren.Las personas con esta patología tienen debilidad en piernas, brazos, manos, dificultad para hablar y comer. El diagnostico de esta enfermedad es lento y puede tardar hasta un año. A Stephen Hawking le fue diagnosticado dicha enfermedad a sus 21 años y tras agravarse, lo condicionó a permanecer en una silla, que fue perfeccionando con el tiempo para mejorar su comodidad, que controlaba con un software a través de leves movimientos faciales.Pese a su diagnostico, Hawking fue a Cambridge y se convirtió en uno de los investigadores más brillantes de la historia. A lo largo de los años, tuvo varias crisis de las que se recuperó con aparente facilidad, hasta este 2018, cuando murió a los 76 años.ilp