EU.- Matt Van Vliet quería que el día que le pidiera matrimonio a su novia Samantha Labo fuera inolvidable. A Matt se le ocurrió que sería muy original fingir un arresto y ya con las emociones a flor de piel, pedirle a "Sam" que se casara con él. Mientras conducían por las calles de New London, en Connecticut, una patrulla les indicó que se detuvieran, ante la preocupación de Samantha, Matt bajó del coche; mientras lo esposaban, la inocente novia sollozaba frente a uno de los oficiales, cómplices del novio. Finalmente Matt develó todo, se dirigió a la mujer de su vida y se hincó para pedirle matrimonio; en ese momento familiares y amigos que permanecían escondidos en los alrededores se acercaron y todos juntos festejaron el "amor verdadero" de la pareja. Samantha no pudo más que decir: "Sí, acepto". AGENCIAS