Pero, ¿Por qué pasa esto? La culpa es del gas etileno que desprende la manzana mala. El etileno es una hormona vegetal que liberan los frutos durante su proceso de maduración y que a la vez lo acelera. La manzana sufre un aumento muy brusco de emisión de etileno cuando madura. Por eso, cuando hay una manzana demasiado madura o en proceso de putrefacción en el frutero hay que sacarla para evitar que el gas alcance a las otras frutas cercanas y las madure mas rápido de lo deseado. En 1935 los científicos descubrieron que algunos frutos, como las manzanas, las peras, los aguacates, plátanos o kiwis, denominados climatéricos, emanan de manera natural y muy acusada etileno durante la maduración para autoestimularse. Paradójicamente, las naranjas no dependen tanto de esta hormona para madurar su carne (sí la cáscara) y sin embargo fue la fruta que desencadenó el hallazgo científico. El fruto empieza a desprender un aroma agradable y el color de la piel cambia generalmente se degrada la clorofila y pasa de un tono verde a un llamativo amarillo o rojo. En este proceso hay un momento en el que el sabor, el color y el olor son óptimos. Pasado ese punto, la fruta continúa su proceso de maduración hasta que se torna en putrefacción.