México.- Una enfermera no puedo esconder lo satisfactorio que fue ver a su paciente caminando, luego de haberla cuidado mientras estuvo hospitalizada.La paciente Baily, quien de un momento a otro perdió el movimiento de la cintura para abajo, esperaba a la enfermera sentada en su silla de ruedas, mientras que otros auxiliares grababan el momento. Al instante en que la enfermera se le acerca a Baily, ella se pone de pie y da unos pasos hacia ella para abrazarla, a lo que enfermera gritó e inmediatamente respondió el abrazo, agradeciéndole al Señor el haberla hecho caminas.Ambas permanecen abrazadas mientras lloran de la emoción; luego de un rato se separan y la joven comienza a platicarle cuándo fue que volvió a caminar, mientras que su enfermera favorita le demuestra lo feliz que está.