Jim Zetz es un hombre de 62 años que padece una enfermedad terminal, y se encuentra en sus últimos momentos. Sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida decidió anticiparse y dejarle a su hija, Josie Zetz, un regalo único. Organizó para el cumpleaños de la niña una boda sorpresa, cumpliéndole el sueño de acompañarla al altar del brazo en su gran día. El regalo que Jim quiso dejarle fueron las fotos de ella vestida de novia y de él a su lado, para que cuando ella se casara algún día en el futuro pudiera sentir a su padre un poco más cerca, acompañándola a pesar de no poder estar físicamente. Jim se encuentra en el estado 4 de la enfermedad, una fase ya avanzada y grave.