Moscú.- Miles de personas se marcharon el sábado por Moscú en una muestra ordenada de apoyo a una prohibición de adoptar niños rusos por parte de estadunidenses, haciéndose eco de las demandas del presidente Vladimir Putin de un mejor cuidado de los huérfanos rusos en su país natal. Con carteles con eslóganes como "Los niños son nuestro futuro" y "América: quita las manos de nuestros niños", los activistas mezclaron críticas a Estados Unidos con llamados a un mejor cuidado de los menores en Rusia. "Estos niños son nuestros. No deberíamos darlos", dijo Natalya Bakhinova, de 56 años, que caminaba en una de las dos columnas encabezadas por unas bandas de música que convergieron en la plaza Pushkin de Moscú. La policía dijo que unas 12 mil personas se unieron a la marcha y los organizadores negaron las acusaciones de que les coaccionaron o pagaron para asistir. Moscú se ha tomado la muerte del niño ruso de tres años Max Shatto -que falleció en enero en Texas, donde viven sus padres adoptivos- como una justificación del veto, que ha aumentado las tensiones con Estados Unidos. Tras las mejoras iniciadas con la elección del presidente de Estados Unidos Barack Obama en el 2009, los lazos entre ambos países se han tensado por Siria y otros asuntos, como la acusación de Putin de interferencia por parte de Estados Unidos y por el trato a la oposición desde que volvió a la presidencia de Rusia en mayo del 2012. Los activistas del sábado instaron a que retiren la custodia del hermano menor de Max Shatto, Kris, adoptado por la misma familia, y que regrese a Rusia. En la marcha algunos sostenían fotos de Max Shatto, con su nombre ruso Maxim Kuzmin, y otros niños rusos que murieron al cuidado de sus padres adoptivos estadunidenses. "Dimos algo que es nuestro, y tenemos que recuperarlo", dijo el manifestante Alexei Dobrenkov, de 40 años. Algunos funcionarios rusos han sugerido que Max Shatto falleció a consecuencia de malos tratos y legisladores instaron al Congreso de Estados Unidos el mes pasado a ayudar a recuperar a Kris, cuyo nombre ruso es Kirill Kuzmin. Las autoridades de Texas calificaron el viernes la muerte del niño como un accidente, indicando que falleció por la rotura de la arteria abdominal y que tenía hematomas consistentes con autolesiones. REUTERS