Argentina.- El ex presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, advirtió hoy que su absolución en el juicio que se llevó a cabo en su contra sirvió para demostrar las infamias que se vertieron sobre su gobierno de 1999 a 2001. "Este juicio de casi dos años y 300 testimonios demostró la inexistencia de toda sospecha de corrupción para mi gobierno", dijo al salir del tribunal luego de escuchar el veredicto a su favor. Agregó que el proceso "puso en claro la verdad y sirvió para demostrar que todo fue una infamia de principio a fin, que no existió". Las acusaciones en su contra, dijo, "fueron el punto de partida de un complot político", pero ahora su absolución "reivindica mi dignidad y la de mi gobierno". El caso comenzó a principios del año 2000, cuando De la Rúa promovió una controvertida reforma laboral que derivó en la renuncia de su vicepresidente, Carlos Álvarez, quien advirtió que la ley había sido aprobada mediante "presiones" a los senadores. Casi tres años más tarde, en diciembre de 2003, Mario Pontaquarto, un ex funcionario legislativo, denunció que De la Rúa había ordenado el pago de sobornos por cinco millones de dólares a los senadores de la oposición para que votaran a favor de la reforma. Pontaquarto, conocido como el "arrepentido", confesó que él mismo había trasladado el dinero en efectivo desde la sede de los Servicios de Inteligencia del Estado (SIDE), hasta el Congreso. El juicio comenzó el 14 de agosto de 2012 y concluyó este lunes con absoluciones para el resto de los acusados.