Bruselas¡.- El primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, confió hoy aquí en que su gobierno pueda cerrar aun este año un acuerdo con la troika de acreedores internacionales para el desembolso de un nuevo tramo de su paquete de rescate. El tramo del paquete de rescate sería de mil millones de euros (unos mil 354 millones de dólares). Samaras se encuentra en Bruselas para preparar junto con el equipo de la Comisión Europea (CE) el ejercicio de Grecia frente a la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), que se inicia en enero próximo. Mientras, la ayuda europea al país sigue bloqueada por diferencias con la troika -CE, Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- respecto a las medidas necesarias para cerrar un agujero de 1.2 mil millones de euros previsto en el presupuesto de 2014. Atenas también se niega a autorizar despidos colectivos y nuevos desahucios, como exige la troika, pero Samaras dijo confiar que el desacuerdo "se resolverá en los próximos días". La misma opinión manifestó el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, aunque reconoció la dificultad de la negociación. "Es posible encontrar una solución, y en este espíritu estamos trabajando", afirmó, resaltando al jefe de gobierno griego que las exigencias de la troika "son por el bien de Grecia". "Francamente, no había ninguna otra salida. Grecia ha realizado importantes progresos desde el año pasado y animamos a los griegos a mantener esos esfuerzos", dijo Durao Barroso. Por ello, urgió a Samaras a "no caer en la fatiga" y "mantener el impulso reformista". El líder del Ejecutivo europeo también expresó su confianza en la capacidad de Grecia de realizar un buen trabajo frente a la presidencia semestral europea. "Espero y confío que la presidencia griega será una óptima oportunidad para mostrar que Grecia es no solo capaz de resolver sus problemas con la solidaridad europea, sino también capaz de hacer una importante contribución para el proyecto europeo", expresó. A su juicio, el país puede emplear "las lecciones sacadas de la crisis" en su liderazgo de la UE, "aportando su especial sensibilidad a una serie de problemas, desde los Balcanes hasta la política marítima, que Grecia conoce mejor que cualquier otro país".