MÉXICO.- Los admiradores de Juan Gabriel que llegaron en sillas de ruedas a formarse para ver la urna con las cenizas del cantautor, recibieron trato preferencial, como el caso de Luis Prado de 40 años, quien asistió a Bellas Artes con la fractura de una pierna.Para evitar tantas horas en la fila de ingreso al palacio de mármol, las personas con alguna discapacidad fueron trasladadas lo más cerca posible de la entrada. Para Luis Prado no fue impedimento llegar en silla de ruedas, todo con tal de poder despedir a su ídolo.Fue gracias a su madre, Esther Luna, que pudo llegar a la Alameda Central y formarse pacientemente, hasta que una representante de seguridad los invitó a pasar más adelante.La señora señaló que ella entró al recinto en la mañana del martes, pero volvió para apoyar a su hijo y que viviera este momento.?Yo ya entré, pero quiero ver si puedo pasar con él, me gustaron los arreglos florales que hay en la entrada y las imágenes que ponen en pantallas?, declaraba en entrevista.Por su parte, Prado, comentó que el gusto por la música de Juan Gabriel lo ha heredado por su familia.?Es un artista que merece que le regresemos parte del cariño que nos dio a su público, cuyas cenizas posiblemente nunca volveremos a ver, por eso decidimos venir, aunque no me sienta bien de mi pierna?, concluyó.