Tegucigalpa.- La Corte Suprema de Justicia de Honduras condenó hoy a penas que oscilan entre los 58 y los 66 años de cárcel a cuatro expolicías, tras hallarlos culpables del asesinato de dos jóvenes universitarios en octubre de 2011, así como del delito de abuso de autoridad. Un portavoz de la Corte Suprema de Justicia dijo a los periodistas que la resolución fue dictada por el Tribunal de Sentencia. Los exagentes Santos Padilla y José Pozo fueron condenados individualmente a 60 y 52 años de prisión, respectivamente, por la autoría intelectual del asesinato de los estudiantes Rafael Alejandro Vargas, hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma (Unah), Julieta Castellanos, y su amigo Carlos Pineda, según la resolución. Padilla y Pozo también deberán purgar una pena adicional de seis años por el delito de abuso de autoridad en perjuicio de la Administración Pública, agregó. Mientras, los exagentes Gabriel Marcía y Wilson Córdova fueron sentenciados cada uno a 52 años por el asesinato de los dos jóvenes y a seis años más por el delito de abuso de autoridad, según el fallo. Los dos jóvenes fueron asesinados el 22 de octubre de 2011 después de una persecución policial que se habría originado porque los universitarios no atendieron un requerimiento de un retén policial. Al conocer la sentencia, la rectora de la Unah dijo a periodistas que "respeta el criterio y la decisión de los jueces" y agregó que se reunirá con sus abogados y los del Ministerio Público para "valorar la sentencia", aunque ya adelantó que la respeta y no la objeta. Desde hace años, la Policía de Honduras ha sido salpicada por denuncias de corrupción por parte de agentes y oficiales involucrados en tráfico de drogas, robo de vehículos y violaciones a los derechos humanos, incluidos asesinatos, entre otros delitos. EFE