Ciudad de México ? El presidente ruso, Vladimir Putin, anfitrión de la cumbre de jefes de Estado del G20 de San Petersburgo, propuso durante el discurso de apertura incluir la crisis en Siria en la agenda del encuentro. "Algunos participantes me pidieron que dé tiempo y posibilidad de discutir otros... problemas acuciantes de política internacional, en particular la situación en Siria", dijo el presidente. Esta es la primera vez que se incluye a Siria oficialmente en la agenda del G20. El jefe del Kremlin propuso abordar este asunto durante la cena que los mandatarios celebrarán tras la sesión plenaria para no alterar la agenda de las reuniones, que tienen lugar en el Palacio de Constantino de la localidad de Strelna, en las afueras de la antigua capital zarista. La crisis de Siria no figuraba en la agenda oficial, pero el tema se ha agravado de tal modo que el Kremlin mantuvo como una opción el incluirlo en alguna de las reuniones que mantendrán los jefes de Estado. "De momento no se prevé una reunión especial (sobre Siria), pero todo dependerá de los líderes", había señalado antes de la apertura Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. Los líderes del G20 comenzaron su cumbre anual en San Petersburgo, Rusia, para abordar crecimiento económico y el empleo. La cita arrancó con un acto oficial en el que Vladímir Putin, presidente de Rusia y anfitrión de la cumbre, recibió a los líderes del Grupo en el Palacio de Constantino, situado en la localidad de Strelna frente a las costas del golfo de Finlandia. A su llegada, Obama habló con Putin, al que le arrancó una leve sonrisa a la puerta del palacio, donde dio la bienvenida a los participantes de esta cumbre, que se ha visto sumergida de lleno con la crisis en Siria. Obama, que llegó a la ciudad procedente de Suecia, se propone recabar apoyo internacional para lanzar un ataque "limitado" contra Siria. El mandatario se mostró "seguro" en Estocolmo de que el líder sirio, Bachar al Asad, es responsable del reciente ataque con armas químicas contra la población civil. Mientras, el Kremlin se ha mostrado categóricamente en contra de una acción militar contra Siria sin el beneplácito del Consejo de Seguridad de la ONU y sin pruebas claras de la implicación del régimen sirio en el ataque químico.