Manila ? Las autoridades de Filipinas abrieron la investigación formal para aclarar las razones del choque entre un buque mercante y un barco de pasajeros en la región central del país, mientras se elevó el número de muertos a 80 y prosiguen las labores de búsqueda de otros 40 pasajeros, informaron hoy medios locales. Los capitanes de ambos navíos fueron llamados a declarar ante las autoridades marítimas, según apuntó a los medios locales Gilbert Ruedas, miembro del comité investigador. "Tenemos una idea clara de lo que pasó", indicó Rueda sin aportar más detalles, informó el diario Inquirer. El MV St. Thomas Aquinas, que viajaba con 754 pasajeros y 118 tripulantes a bordo, tardó pocos minutos en hundirse cuando se dirigía al puerto de Talisay tras colisionar con el buque mercante MV Sulpicio Express, el pasado día 16 cuando se encontraron cerca de la isla de Cebú. Unas 750 personas pudieron ser rescatadas tras el accidente, según informó la Guardia Costera, mientras que los desaparecidos podrían estar atrapados dentro del barco de pasajeros. Los buzos que han sellado las vías por las que se escapaba el carburante del barco hundido indicaron a las autoridades que avistaron varios cadáveres dentro del ferry. El director de la Autoridad de Industria Marítimas, Maximo Mejia, indicó previa la apertura de la investigación, que el barco de pasajeros se desvió de su trayectoria, lo que habría provocado la colisión con el carguero, que permaneció a flote con sus 36 tripulantes. La empresa propietaria del Sulpicio Express cuenta con un historial de graves accidentes marítimos, incluido el naufragio en 1987 del transbordador filipino Doña Paz, en el que murieron 4,317 personas, el mayor siniestro de la historia de la navegación comercial. Decenas de personas mueren cada año en accidentes en el mar en Filipinas, la mayoría en naufragios causados por el mal tiempo, el incumplimiento de las normas de seguridad, el defectuoso mantenimiento de los equipos o la sobrecarga de las embarcaciones.