Crean fármaco que podría ser eficaz contra la mayoría de cánceres

La revista Science Translational Medicine, presentó el nuevo fármaco el cual fue practicado en tumores de pulmones de animales de un laboratorio.Los primeros ensayos clínicos están previstos el año próximo en el hospital Vall d’Hebron, donde se ha desarrollo el fármaco, y están orientados a pacientes con cáncer de mama y de pulmón. Pero las autoras de la investigación tienen la hipótesis de que el fármaco, llamado Omomyc, puede ser útil en el futuro contra prácticamente cualquier tipo de cáncer.En la hipótesis esta basada en que un nuevo concepto de fármaco en el arsenal contra el cáncer. No es una mejora de productos ya existente sino una nueva estrategia farmacológica. Es la primera terapia molecular que ataca una proteína localizada en el núcleo de las células tumorales, y de la que depende la viabilidad de los tumores.El avance es fruto de más de veinte años de trabajo de la bióloga Laura Soucek, actualmente investigadora Icrea en Vall d ´Herbron Instituto de Oncología, que empezó a estudiar la proteína MYC a los 20 años cuando cursaba la carrera en Roma y no se ha rendido hasta ha encontrado una manera de desactivarla. “Todo el mundo decía que inhibir MYC era imposible, pero ningún argumento me pareció definitivo. Allí donde otros veían un problema imposible, yo veía dificultades técnicas que esperaba que se pudieran resolver”.Existían dos obstáculos que soucek debía superar y que explicaban el escepticismo de sus colegas.El primero fue que MYC se encuentra en el núcleo de las células. Otras terapias moleculares actúan sobre proteínas situadas en la membrana exterior de las células. Pero para llegar hasta MYC, un fármaco debía cruzar primero esta membrana exterior y después la membrana del núcleo. Para superar este doble obstáculo ha sido clave la colaboración de Marie-Eve Beaculieu, también investigadora del VHIO y primera autora del articulo científico, que ha desarrollado una molécula capaz de colocarse hasta el interior del núcleo.El segundo obstáculo eran los posibles efectos secundarios. MYC se encuentra en todas las células del cuerpo humano y regula el funcionamiento del 25% de nuestros genes. De esta proteína depende la multiplicación de las células, que es esencial para el crecimiento del organismo y para la renovación de los tejidos.Esto hacia temer que bloquear MYC pudiera causar daños extensos. Pero las investigaciones realizadas por Soucek en estos veinte años indican que, por lo menos en tejidos adultos, MYC facilita el ciclo de multiplicación de las células sin ser imprescindible. “Cuando no está MYC, el ciclo celular va más lento, pero no se para”, explicó.Las únicas células cuya viabilidad depende de MYC parecen ser las cancerosas, que “desarrollan una adicción a esta proteína. Cuando apagamos MYC en una célula cancerosa, muere”. Además, cuanto más alterada está la actividad de MYC, más agresivo suele ser un tumor.En la nueva investigación, Soucek y Beaulieu han ensayado primero el fármaco experimental Omomyc en cultivos de células cancerosas. Contrariamente a lo que esperaban, Omomyc penetró en el interior de las células, llegó al interior del núcleo y bloqueo la actividad de MYC. Además, observaron que se reducía la actividad de genes que dependen de MYC y que se asican a canceres de mal pronosticó, lo cual era un resultado esperanzador.